El impacto de COVID-19 ha afectado a la sociedad en todos los niveles y la industria del juego de los casinos online no salió ilesa. Por un lado, el aspecto regulatorio, ha golpeado duramente a Estonia, donde el juego lleva meses suspendido. En el Reino Unido y Suecia, el impacto de la pandemia ha sido más duradero y sus respectivas instituciones han introducido medidas preventivas para proteger a las personas de daños patológicos producidos por jugar demasiado en casa. En Alemania, se firmó un acuerdo de transición sobre las restricciones impuestas por el Tratado Interestatal, que parece haber dañado temporalmente los ingresos de los casinos en línea.
En el Reino Unido, el Gobierno ha iniciado la revisión de la Ley de juegos de azar, que traerá restricciones significativas a los juegos de casino en línea y, mientras tanto, la Comisión de Juego ha impuesto límites severos a las máquinas tragamonedas en línea. En los Estados Unidos parece haber menos presión regulatoria, ya que varios estados se han centrado en la legalización de las apuestas deportivas y casinos en línea, preocupándose más por los ingresos fiscales que por el juego responsable.
El profundo impacto del Coronavirus en todos los segmentos de la industria del juego ha agudizado los datos del mercado, con las partes interesadas lidiando con las complicaciones provocadas por la pandemia en las operaciones comerciales y el comportamiento de los jugadores durante la última década.
Además, desde el año pasado, en muchos estados del mundo, tras la propagación del COVID-19, se han bloqueado las operaciones terrestres, lo que ha beneficiado enormemente a las operaciones de juego online. Esto ha llevado a los operadores multicanal a compensar en parte la pérdida significativa de ingresos sufrida por el cierre de las oficinas físicas.
Italia, que es el mayor mercado de juegos de azar de Europa, representó mejor el cambio del comercio minorista al online en esta situación, con un aumento de los ingresos del juego online (GGR) del 45% a 2.600 millones de euros en 2020, a pesar de los bloqueos que afectaron principalmente al segundo y cuarto trimestres del año pasado. Dentro de este total, los ingresos de los casinos en línea aumentaron un 37,5% a poco menos de mil millones de euros, compensando la caída del 33% en las ventas minoristas.
Los analistas expertos han mencionado que, los clientes están utilizando las tiendas online para depositar y retirar transacciones en línea, por lo que hay una gran cantidad de actividad en la web. En realidad, cerca de la mitad de los depósitos que se realizan por el canal online llegan a través de tiendas físicas. Este reemplazo de activos fue menos pronunciado en el Reino Unido, que sigue siendo el mercado de juegos de azar en línea más grande de Europa, pero donde el sector físico es más pequeño que en Italia.
Después de marzo hubo un crecimiento desigual en toda Europa, donde los temores de un comportamiento irresponsable de los jugadores, junto con una mayor volatilidad en las tendencias del mercado, llevaron a Suecia y Finlandia a tomar medidas preventivas como depósitos semanales y límites de pérdidas mensuales.
Los datos fiscales mensuales recopilados en Suecia mostraron una disminución en los ingresos regulados de los juegos en línea debido a la introducción de límites semanales.
En España, donde este mercado se lanzó de forma similar a Dinamarca en 2012 y donde la cultura omnicanal probablemente todavía esté poco desarrollada en lo que respecta a puntos de interés entre los sectores online y físicos, los ingresos netos por juego online (GGR) aumentaron un 10,8%.
En el mercado online portugués fuertemente agravado, el aumento fluctuó entre el 40% y el 60% entre el primer y tercer trimestre de 2020, y el regulador nacional SRIJ definió este cambio entre sectores como prueba de que “los jugadores prefieren apostar en un entorno regulado y controlado”.
El 2020 representó un año revolucionario para Estados Unidos en los juegos de azar en línea, donde numerosos estados se abrieron a la legalización de las apuestas deportivas en línea y el iGaming en general. La cifra relativa respecto a los ingresos brutos ascendió a unos 1.600 millones de dólares, todo ello en el segundo año a pleno rendimiento tras la derogación de la Ley de protección del deporte profesional y amateur (PASPA) en 2018.
A pesar de un calendario deportivo precario, los ingresos de las apuestas deportivas online reguladas aumentaron aproximadamente un 130%, alcanzando la cifra de 1.100 millones de dólares, lo que representa el 70% de los ingresos totales del mercado. El enorme potencial del mercado de iGaming de EE. UU. Se ve enfatizado por los ingresos brutos de los casinos y el póquer en línea. Se espera que el mercado Europeo siga creciendo en este sector.
